Se conoció recientemente que la Dirección Nacional de la Policía en cabeza del General Oscar Naranjo ha emitido una directiva permanente sobre el respeto y el acompañamiento que la Policía Nacional debe brindar, en materia de derechos humanos, a la población LGBT en Colombia.
Aparece ésta directiva permanente luego de experimentar la directiva transitoria 058 de abril de 2009 que rigió hasta el 31 de diciembre de 2009. Esta transición normativa permitió que la fuerza pública nacional generara procesos de sensibilización sobre el respeto a los derechos de lesbianas, gays, bisexuales y transgeneristas, y que conocieran de primera mano, las quejas respecto al mal-trato policial.
El origen de esta directiva radica en la presión del movimiento social que durante varios años y de manera sistemática ha denunciado cómo la Policía lejos de brindar las garantías ciudadanas a la población LGBT dentro de su deber constitucional, vienen siendo los principales agresores y vulneradores de sus derechos. Vulneraciones manifestadas en prácticas como detenciones arbitrarias, uso excesivo de la fuerza, aplicaciones selectivas de la ley, y prejuicios morales y religiosos en su actuación.
Son muchas los casos conocidos de abuso de autoridad que ha protagonizado la Policía Nacional, actos que incluyen desde asesinatos cometidos contra travestis en Barranquilla, hasta persecuciones de gays y lesbianas en los espacios públicos de las principales ciudades del país como Cartagena, Medellín, Bucaramanga,Barrancabermeja y Cali.
Por este motivo, organizaciones nacionales como Colombia Diversa iniciaron un proceso de acercamiento con la Policía Nacional para identificar este tipo de prácticas, llamar la atención sobre la sistemática violación de los derechos humanos; poner permanente atención en los sucesos de impunidad y en falta de investigación de casos denunciados; Para de este modo proponer desde su perspectiva interdisciplinaria y académica acciones correctivas, para ello.DIR-LGTBI-2010 El Escenario Internacional: El Policía Enlace En 2005 tuvimos la visita en Colombia del Policía Enlace de Montreal. Se trata de una figura institucional de la fuerza pública, que trabaja en Holanda, España y Canadá; y donde un escuadrón al interior de la institución con alto rango, genera procesos favorables a los derechos de lesbianas, gays bisexuales y transgeneristas.
Estos procesos favorables se constituyen en acciones de doble vía; en primer lugar a través de medidas específicas, que procuran generar al interior de la Fuerza pública como institución, procesos de capacitación, información e investigación sobre el trato policial a la población LGBT; y en segundo lugar la fuerza pública se erige como centro que irradia a la sociedad civil imaginarios y actitudes frente a los ciudadanos LGBT: se brinda así mecanismos de puente entre la población LGBT y la institución para brindar protección y garantía de derechos.
Por otro lado, la Corte Interamericana de Derechos Humanos; la Oficina de la Alta Comisionada para los Derechos Humanos de Naciones Unidas; y ONGs internacionales y nacionales, durante los últimos años han llamado la atención sobre prácticas que atentan contra la integridad de lesbianas, gays, bisexuales, transgénero; se hace énfasis en la falta de voluntad por parte de la fuerza pública y en la impunidad, que bajo el refugio en prejuicios morales, impiden reconocer la plena ciudadanía de la población LGBT.
En esta misma línea de acción se documentan casos de violencia que se constituyen en sólidos argumentos para nominar a la Fuerza Pública como una de las principales vulneradoras de los derechos humanos de la diversidad sexual en Colombia, luego de los paramilitares y precedida por la guerrilla.
La insistencia de muchas de las organizaciones internacionales por adelantar investigaciones, emitir sanciones y generar compromisos, solo ha cobrado importancia con la creación, hace pocos meses entre los ciudadanos, de la figura del Policía Enlace. Sin embargo, es una figura que no recae en un grupo estratégico de oficiales, sino en uno solo, casi siempre de bajo rango y con otras ocupaciones. Lo anterior hace muy difícil su ejercicio, y casi vano, al no generarse procesos estructurales dentro de las instituciones; ni formaciones, ni instrucciones que complementen y vayan desmontando estas prácticas violadoras de los derechos humanos.
La directiva transitoria 058 fue un buen inicio, esperamos que ésta nueva directiva ya permanente, y la voluntad de los altos mandos, se vea reflejada en la actuación de cada uno de los policías; sobre todo en un escenario como el Caribe Colombiano, donde abundan y se cimientan prejuicios de todo tipo en nuestros agentes de la Policía Nacional.
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